Fui a visitar a mi papá un domingo por la mañana y lo encontré dormido en la sala apestando a alcohol. Él y mi madrastra habían ofrecido una gran fiesta swinger. Sin embargo, ella aún tenía ganas de seguir la fiesta. Me convenció de quedarme un rato con ella, bailó sensualmente para mí y ella estaba tan cachonda que terminó follándome.